El mural de Catedral metropolitana de San Salvador también conocido como ‘’La Armonía de mi Pueblo’’ fue un patrimonio
cultural y artístico que ilustraba parte de las bellezas culturales de nuestro
país y se caracterizaba por ser uno de los mayores atractivos turísticos. Obra de arte realizada por Fernando
Llort.. Muchas personas admiraban el mosaico como figura representativa
del centro histórico dela capital.

Sin embargo
monseñor Alas dice haber desconocido que el mural era considerado un patrimonio
cultural protegido y que existieran leyes que velaran por estos bienes ya que según
el artículo 40 de la Ley de protección del patrimonio cultural en el que
establece que toda producción de arte pública o privada tiene, presumiblemente,
valor cultural hasta que lo ratifique la autoridad en la materia y que, por
tanto, deberá protegerse mientras tanto); lo cual pienso dijo ello como defensa
a su favor ya que nadie desconoce leyes de todo tipo y que su justificación fue
una escusa para no estar en manos de las autoridades representativas a este
caso por violar las leyes que le protegen como patrimonio.
Lo protegido es
todo lo que hay dentro de catedral en el que según el artículo 70 del
reglamento de protección al patrimonio cultural explica qué es lo que
comprenden los bienes culturales: "Todos los objetos que estén unidos de
una manera fija o estable, como componentes de los alcances de la afectación
cultural declarada”.
En otro aspecto
pienso que el arzobispo debió dar a conocer al creador del mural Fernando
Lort sobre el mal estado en que se
encontraban los azulejos del mural, ya que como todo artista creador de este
arte tiene el derecho que su obra sea protegida y respetada para poder tomar
consideraciones de que soluciones poder encontrar en su arte para la conservación
de ello o si realmente fuese necesario destruirlo, ya que sus derechos siempre debían
tomarse en cuenta por muy mal estado que se encontrara el mural. Sin embargo el arzobispo dijo que lamentaba haber tomado tal decisión y no
informar, ya que esto no agradó a muchos, pero que luego de los resultados del
estudio realizado no tuvieron mayor opción.
En mi conclusión fue error del
arzobispo no saber que la obra era un patrimonio del pueblo e irrespetar el
arte del artista salvadoreño independientemente estuviese en mal estado el
mural que adornaba la iglesia católica y lamentable que hubiese tomado dichas
medidas. Los profesionales contratados se asume que deben contar con permisos
para realizar una demolición antes de hacerlo.
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